El primer encuentro con Laura Desmery fue en una librería en el barrio de Palermo en donde vive. Cuando entro a la librería, Laura estaba sentada en un sillón mirando un libro, la expresión de su cara y la forma en la que estaba sentada fue lo que me inspira a retratarla. En este caso use infinito negro, luz directa de pantalla y el velador.